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¿Por dónde empiezo para ser más sostenible?

Este artículo se ha elaborado en el marco del proyecto de la Cátedra Betelgeux-Cristeyns- UCV para un desarrollo sostenible, en los que se ha realizar actuaciones relacionadas con la promoción de la economía sostenible en la Comunitat Valenciana, financiado por la  Consellería de economía sostenible, sectores productivos, comercio y trabajo, de la Generalitat Valènciana (EBCORG/2021/8).


Los primeros pasos para ser más sostenible es comenzar por informarse sobre lo que es el desarrollo sostenible, ya esta misma Guía, ayuda al comercio a tener un conocimiento inicial de los que es y supone acercarse a la sostenibilidad.

El camino que emprende un comercio hacia la sostenibilidad puede llevarse a cabo a través de la Responsabilidad Social de la Empresa, que es la contribución que una empresa realiza al desarrollo sostenible. Es decir, se va a realizar un planteamiento a partir de actuaciones en los tres vectores del desarrollo sostenible: economía, sociedad y medio ambiente.

  1. Economía.

El vector economía, en el desarrollo sostenible, adquiere una relevancia fundamental, ya que el desarrollo de un Pueblo va ligado a muchos parámetros económicos. Entre estos cabe destacar, el acceso a la financiación a empresas Pymes y micropymes, así como a los autónomos, que son la gran mayoría de empresas en la UE, en España y en la Comunidad Valenciana.

Son acciones propias del vector economía y de una empresa sostenible:

  1. el mantenimiento de los puestos de trabajo y su incremento sostenible, con salarios dignos y ajustados a la normativa obligatoria y/o acuerdos voluntarios, en condiciones laborales adecuadas donde la prevención de riesgos laborales se trabaja de manera eficiente, es un factor de desarrollo empresarial primordial.
  2. Es evidente que un adecuado ambiente laboral, donde se facilita y concilia la vida familiar y laboral, se tiende al respeto de la diversidad y no discriminación por género, creencia, ideas, etc,… la implantación de planes de igualdad.
  3. Trasparencia, donde se comunica de manera transparente los valores y la estrategia a seguir por parte de la empresa. El cumplimiento de la legislación y normativa en materia, fiscal, laboral, mercantil, ambiental, etc…, creará un mercado más trasparente y con las mismas oportunidades de partida en un mercado cada vez más global y competitivo.
  4. Acompañamiento al trabajador en su formación y capacitación dotándole de los concomimientos y destrezas necesarias para el desempeño de sus labores diarias, el diseñar de manera sencilla un plan de carrera y de desarrollo profesional del trabajador, etc…,

Sin duda, todos estos instrumentos consiguen una mejora directa de la competitividad de los pequeños  comercios.

Desatacar que la formación del trabajador es un aspecto fundamental para que la empresa pueda ser más eficiente y, consecuentemente, pueda colaborar de manera más eficiente en el crecimiento económico de su comercio, así como puede estar más capacitado para una pronta respuesta a las situaciones cambiantes del mercado.

Un marco legal igual para todos los competidores. El cumplimiento de la legislación en materia de impuestos, seguridad, etc…, por parte de todas las empresas (comercios), crea un marco de mercado igual para todos de manera que los diferentes incumplimientos de esta legislación por parte de determinadas empresas no distorsione la competencia y libre acceso al mercado.

Los instrumentos anteriormente mencionados junto con la innovación, es lo que hará que el pequeño comercio sea una empresa más sostenible.

 

El vector social, se ha conocido como la acción social de las empresas. Indudablemente, el comercio a nivel local (de proximidad), siempre ha sido una de las actividades económicas más importantes desde que el hombre pudo crear excedentes de productos y dedicarlos a intercambiarlos entre tribus y pueblos vecinos, naciendo el comercio.

El Comercio, potencia las relaciones entre los mismos componentes de una sociedad y entre elementos de sociedades/pueblos distintos. Es un activo social muy importante y  juega un papel dinamizador esencial en una sociedad moderna.

El comercio “al detall”, es un lugar no sólo donde se realiza una transacción económica, sino va más allá, estableciéndose un punto de intercambio de información, de sensibilización en tendencias y modas y un lugar de relación diaria entre personas y necesaria para nuestro desarrollo personal y social.

Es importante el analizar nuestro estilo de vida. La ONU dice del estilo de vida (programa PNUMA) que nos define, son la forma en que vivimos nuestras vidas, lo que hacemos, con quién, dónde, cómo y qué utilizamos para hacerlo. Esto incluye todo, desde la comida que comemos y cómo interactuar con los demás a la manera en que nos movemos, la manera en que compramos. Los estilos de vida también definen nuestra identidad; expresamos nuestra posición social, preferencias políticas y aspiraciones psicológicas a los demás a través de nuestros estilos de vida. Crear estilos de vida sostenibles significa repensar nuestras formas de vida, cómo compramos, qué consumimos y cómo organizamos nuestra vida cotidiana. Se trata de transformar nuestras sociedades y vivir en equilibrio con nuestro entorno natural. Todas nuestras decisiones y acciones, ya sea en el hogar o en el trabajo, sobre el uso de la energía, el transporte, la alimentación, los residuos y la comunicación, contribuyen a un estilo de vida sostenible. El comercio y las empresas en general,  puede ayudar a desarrollar soluciones innovadoras para estilos de vida sostenibles, mientras que la educación y la información son cruciales para comprometer a los ciudadanos y jóvenes sobre cómo tomar decisiones de estilo de vida sostenible y consumir mejor.

Por ello, cuando el sector comercio opta decididamente por potenciar el desarrollo sostenible, pasa por el fomento de un estilo de vida más sostenible. Por una transmisión de información transparente y veraz, que genera confianza en el cliente y le provoca a éste un cambio de motivación en la compra en dicha tienda, pasando de la compra exclusiva del “precio” al “aprecio”, ya que el cliente valorará el esfuerzo que realiza dicho comercio en  favor de la sostenibilidad.

La acción social, un acto de devolución a la misma sociedad de parte de los beneficios que la empresa obtiene por su actividad económica y en favor del bien común. Hay múltiples ejemplos y buenas prácticas en esta materia.

Entre los beneficios que una gestión socialmente responsable puede conllevar destacamos los siguientes: mayor eficiencia en la gestión, mejora de imagen y marca de la empresa y mejoras sobre los valores y el entorno de la empresa.

 

Siendo conscientes de los beneficios y oportunidades potenciales que trabajar en los aspectos sociales o acción social en el marco del desarrollo sostenible puede aportar a un comercio, es igualmente relevante destacar algunas de las implicaciones que supone la asunción de un enfoque socialmente responsable en la dirección de la empresa, entre otras:

 

  • Convicción: la dirección del comercio debe asumir con total convencimiento la voluntad de hacer suyos determinados valores y principios de actuación orientados a satisfacer las expectativas de las partes interesadas y mostrar permanentemente un comportamiento ético y responsable.
  • Coherencia: los valores y cultura empresarial  del comercio en concreto, inspirados en el desarrollo sostenible, deben ser coherentes con las decisiones estratégicas y las acciones desarrolladas por dicho comercio.
  • Compromiso y responsabilidad: los objetivos asumidos públicamente en favor del desarrollo sostenible deben asumirse y cumplirse siendo conscientes de sus consecuencias  e impactos.
  • Enfoque estratégico: la integración de la acción social y por extensión del desarrollo sostenible en un comercio debe partir del más alto nivel, afectando a las estrategias, políticas y objetivos que desde la dirección de éste se defina.
  • Sensibilización: el éxito y permanencia del desarrollo sostenible, como modelo de desarrollo, se sustenta en la sensibilización continua tanto de las personas que conforman la empresa como de las partes interesadas con las que se relaciona (clientes, proveedores, …).
  • Medición y mejora continua: el seguimiento y control de los avances registrados garantizan la mejora progresiva de los modelos empresariales alineados con el desarrollo sostenible.
  •  Transparencia y comunicación: ya es en sí mismo una acción social el transmitir a la sociedad con rigor e imparcialidad, las actuaciones en esta materia que el comercio esté realizando o haya planificado el llevar a cabo. El sistema de planificar a través de marcarse  objetivos y metas de una manera sencilla, es muy adecuado para la gestión de un comercio.

 

 

  1. Medio Ambiente.

Las diferentes acciones a desarrollar en el vector medio ambiente, son múltiples y están muy relacionadas entre los otros dos vectores, economía y sociedad. Por ejemplo un comercio que mejore la eficiencia energética, esta a su vez mejorando su cuenta de resultados económico, ya que reduce la factura de la luz y en consecuencia los gastos, pero también mejora el medio ambiente ya que colabora en la lucha contra el cambio climático reduciendo su huella de carbono debido a la reducción de gases de efecto invernadero, favoreciendo al medio ambiente y a la sociedad en general. Como se puede ver muchas de las actuaciones en el ámbito medioambiental se interrelacionan con lo económico y por extensión con lo social.

 

Los principales ámbitos donde se concentran los problemas medioambientales del pequeño comercio, y por tanto, donde va a incidir el proyecto son:

 

*Energía: Los ámbitos donde el comercio puede hacer mayores mejoras en ahorro energético son, sobre todo, en iluminación, acondicionamiento térmico y refrigeración.

*Reciclado de residuos: Aproximadamente entre un 10% y un 15% de los residuos locales procede del sector comercial en forma de residuos comerciales, con la problemática añadida del gran volumen que ocupan.

*Envases y embalajes: Los plásticos desechables que se usan en embalajes, bolsas de plástico o botellas, representan casi un 40% del consumo europeo. Se estima que cada persona utiliza entre 130 y 160 bolsas de plástico al año. Los envases y embalajes deben rediseñarse optimizando y adecuándolos al uso, intentan reducir todo lo que sea posible su volumen y peso de sus componentes.

*Agua: Determinados subsectores y tipologías comerciales (por ejemplo, el de la alimentación), son consumidores de importantes cantidades de agua. Es fundamental el impulsar el ahorro y la eficiencia en la gestión del agua.

*Ecoetiquetado y consumo responsable: El ecoetiquetado es un logo/distintivo que informa y estimula a los consumidores a escoger productos y servicios con menores repercusiones sobre el medio ambiente. Si bien los ciudadanos se declaran preocupados por el medio ambiente, esta preocupación no es suficiente para que influya en su comportamiento habitual a la hora de la compra. Las etiquetas de calidad ambiental siguen siendo poco conocidas entre los ciudadanos. La Ecoetiqueta Europea, por ejemplo, se reconoce muy poco.

*Transporte: Las actividades de distribución y suministro a los establecimientos comerciales generan impactos medioambientales derivados básicamente de las actividades de transporte. Un pequeño establecimiento realiza de media, diariamente, unas diez actividades de carga y descarga de mercancías, si bien en algunos subsectores (alimentación) son mucho más numerosas. El transporte de mercancías a los comercios, que se realiza generalmente mediante vehículos convencionales, genera en un establecimiento de tamaño medio entre 4 y 5 toneladas de CO2eq al año, al que hay que añadir otros efectos derivados que produce en las ciudades y el impacto de otras actividades de la cadena logística y de distribución. Se ha de estudiar y ver la posibilidad de implantar nuevas soluciones de movilidad más sostenibles (vehículos eléctricos, bicicleta, optimización en el transporte y logística de mercancías, etc…)

*Equipamiento comercial: Es habitual encontrar en los pequeños comercios, diversos aparatos electrónicos como aire acondicionados, cámaras de refrigeración, hornos, teléfonos, fax, scanner, impresoras, copiadoras, televisiones, equipos de audio, máquinas de vending (expendedoras), luminarias, etc.. Se ha de fomentar e implantar sistemas ecoeficientes que reduzcan el consumo de energía en el sector comercial, certificada energéticamente y demostrando los beneficios ecológicos y económicos que suponen la implantación de dichos sistemas.

 

 

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